sábado, 15 de mayo de 2010

La vida contemplativa

Se preguntarán qué estoy haciendo. No hay cosa más bella que dedicarse a la vida contemplativa. ¿No nos colma de felicidad, ahora que el tiempo todavía es bueno, poder salir al parque a pintar, a escribir, a leer? A veces miro en el espejo mis ojeras de mal sueño y pienso: "Qué no daría yo por una vida de ocio". Estaría atizando la chimenea, leyendo un libro, durmiendo en el interín entre uno y otro capítulo una prolongada siesta. Pero pasan los días y nada de esto ocurre.

En el día de ayer conversaba con un amigo que me dijo: "Tenemos los hijos, las esposas y los gobernantes que merecemos". Mi amigo parecía muy convencido de esto, aunque a decir verdad, siempre parece muy convencido de todo. ¿Tendremos también entonces la vida que nos merecemos? Tal vez me inclino más a seguir la opinión de Pavese, cuando le preguntaron: "¿Usted cree en el azar?". Y su respuesta fue: "¿Acaso hay otra cosa?".

Como sea, querídisimos, me gustaría mucho parecerme a esta dama:

No hay comentarios: