jueves, 31 de enero de 2008

Lo que Virginia no vio

Virginia Woolf, nacida en 1882, no vivió más que escasos veinte años bajo el reinado de Victoria. En esos años y en los subsiguientes también, junto con otros integrantes del grupo de Bloomsbury, se dedicó a vapulear y vilipendiar la reinante moral victoriana, atacando sus aspectos pacatos.

Bien es cierto que era ella también una activa representante de la clase burguesa, aunque sin dudas sus miras eran bien diferentes y, junto con Joyce - a quien se negó a publicarle "Ulysses" en Hoggart Press - encabezaría lo que llamamos hoy el movimiento del "fluir de la conciencia". Los comienzos de la modernidad.

Ahora bien: ¿podía esta refinadísima escritora, que vivió en uno de los momentos más florecientes de su país, prever en lo que devendría su afán de libertad? ¿Cómo podría Mrs. Woolf, en los albores del feminismo, suponer que de la pulcritud victoriana en los modales pasaríamos al problema que hemos expuesto con anterioridad?

Si Virginia viviera, probablemente abogaría sin dudarlo por la vuelta a la moral victoriana.

El fin y los medios

El avezado lector de este blog tal vez se sorprenda al comprobar que una de las herramientas usadas para combatir la vertiginosa sobreexposición a que nos somete la vida moderna sea precisamente esta, el blog, tan en boga en nuestros tiempos y que hace posible la pública ventilación de la vida privada (en una palabra, lo que una querida amiga ha llamado "cotilleo"). Sin embargo, dicha paradoja no es tal, ya que no hay mejor manera de derrotar al enemigo que usando sus propias armas.

Lamentablemente no podemos, como hacía nuestra Reina, enviar la Armada Británica a combatir a cualquiera de los puntos cardinales, y además pensamos que en este terreno, la persuasión de las conciencias es más eficiente que el uso de la fuerza, método que por lo demás no está falto de empleo en nuestros tiempos.

En cuanto al resto, nada nos impide dar rienda suelta a nuestras pasiones con el criado, siempre y cuando los menesteres se realicen de riguroso luto.

miércoles, 30 de enero de 2008

Bloomsbury, o los que vinieron antes


Primera reunión de la comisión


En un mundo en el cual la exposición abierta de la propia vida se ha convertido en moneda corriente, desde "Tiempos Victorianos" pretendemos hacer una exhortación al orden, proponiendo una moral basada en dos pilares:

- Ajetreos de toda clase en las recámaras.

- Gran sigilo y decoro en la vida cotidiana.

La vuelta al corset será una de nuestras propuestas ineludibles. Bajo la atenta mirada de Monsieur M. A., esperamos muchas damas se esfuercen en secundar esta iniciativa.

Quedamos a vuestra entera disposición para cualquier consulta.