El avezado lector de este blog tal vez se sorprenda al comprobar que una de las herramientas usadas para combatir la vertiginosa sobreexposición a que nos somete la vida moderna sea precisamente esta, el blog, tan en boga en nuestros tiempos y que hace posible la pública ventilación de la vida privada (en una palabra, lo que una querida amiga ha llamado "cotilleo"). Sin embargo, dicha paradoja no es tal, ya que no hay mejor manera de derrotar al enemigo que usando sus propias armas.
Lamentablemente no podemos, como hacía nuestra Reina, enviar la Armada Británica a combatir a cualquiera de los puntos cardinales, y además pensamos que en este terreno, la persuasión de las conciencias es más eficiente que el uso de la fuerza, método que por lo demás no está falto de empleo en nuestros tiempos.
En cuanto al resto, nada nos impide dar rienda suelta a nuestras pasiones con el criado, siempre y cuando los menesteres se realicen de riguroso luto.
jueves, 31 de enero de 2008
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